PLAYA DE LAS AMOLADERAS EN LA MANGA.
Al entrar a la la Manga a la derecha en el Mar Mayor, tenemos una playa que la une con Cabo de Palos. Os hablo del " Poblado Eneolítico de las Amoladeras”.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Está situada entre la carretera y la playa que se encuentra acordonada y aunque es accesible hay un cartel que nos recuerda que la debemos respetar.
Seguramente habrá mucha gente que ni conozca su historia y nunca la han escuchado ni siquiera visitado sabiendo su tradición e historia.
Es uno de los puntos y lugares de más interés que tenemos en la Manga y que más visitas recibe, ya que se ubica junto a la Playa El Cabo de Palos.
Se trata de la franja de dunas y arenales que se encuentran entre la carretera de entrada a La Manga y la línea de la playa del Mediterráneo en dirección a Cabo de Palos.
Fue descubierto en 1960 y con posterioridad se han realizado varias excavaciones, dirigidas por el Dr. J. García del Toro.
En su mayor parte está declarado BIC por la existencia de un campamento estacional de larga duración eneolítico (2850 a.C.). Significa que las chozas y cabañas encontradas, carecían de cimientos debido a la escasez de piedra en el lugar.
Al comienzo de la Edad de los Metales, hace unos 5000 años, un grupo de personas se estableció en estos lugares atraídos por los numerosos recursos naturales que ofrecía. Subsistían practicando distintas formas primitivas de pesca, recolección de moluscos y de la caza, aves acuáticas, ciervos y jabalíes por la zona de las Salinas de Marchamalo que entonces estaban cubiertas por grandes extensiones de agua dulce
Las viviendas eran chozas circulares de cañizo y barro. Junto a estas chozas, habián también hornos para la producción alfarera. Se empleaban molinos de mano para triturar cereales y se servían de utensilios de hueso y puntas de sílex.
Estos rudimentarios molinos son conocidos popularmente como “piedras de amolar”, De esa palabra surgió y sirvió para dar nombre a la zona como el Poblado de las Amoladeras.
También fueron encontrados utensilios de sílex como cuchillos, puntas de flecha, piezas de cerámica, hachas pulimentadas, adornos y collares de conchas, así como una gran cantidad de conchas, astas de ciervo y colmillos de jabalí.
Todos estos datos permitieron fechar el poblado en el periodo Eneolítico, (2.500-2.000 a.C.) y establecer que su actividad principal estaba basada en el aprovechamiento de los recursos naturales mediante la caza, la pesca y el marisqueo.
En la actualidad el yacimiento permanece soterrado y todos los restos arquelógicos del "Poblado Eneolítico de las Amoladeras” que fuerón y han sido encontrados se hallan expuestos en el Museo Arqueológico de Cartagena.
Este atractivo poblado de Amoladeras es uno de los lugares más aclamados por parte de los turistas, que se muestran interesados en conocer y ver de primera mano, de ver las zonas verdes y la gran vegetación que habita en el lugar.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Está situada entre la carretera y la playa que se encuentra acordonada y aunque es accesible hay un cartel que nos recuerda que la debemos respetar.
Seguramente habrá mucha gente que ni conozca su historia y nunca la han escuchado ni siquiera visitado sabiendo su tradición e historia.
Se trata de la franja de dunas y arenales que se encuentran entre la carretera de entrada a La Manga y la línea de la playa del Mediterráneo en dirección a Cabo de Palos.
Fue descubierto en 1960 y con posterioridad se han realizado varias excavaciones, dirigidas por el Dr. J. García del Toro.
En su mayor parte está declarado BIC por la existencia de un campamento estacional de larga duración eneolítico (2850 a.C.). Significa que las chozas y cabañas encontradas, carecían de cimientos debido a la escasez de piedra en el lugar.
Al comienzo de la Edad de los Metales, hace unos 5000 años, un grupo de personas se estableció en estos lugares atraídos por los numerosos recursos naturales que ofrecía. Subsistían practicando distintas formas primitivas de pesca, recolección de moluscos y de la caza, aves acuáticas, ciervos y jabalíes por la zona de las Salinas de Marchamalo que entonces estaban cubiertas por grandes extensiones de agua dulce
Las viviendas eran chozas circulares de cañizo y barro. Junto a estas chozas, habián también hornos para la producción alfarera. Se empleaban molinos de mano para triturar cereales y se servían de utensilios de hueso y puntas de sílex.
Estos rudimentarios molinos son conocidos popularmente como “piedras de amolar”, De esa palabra surgió y sirvió para dar nombre a la zona como el Poblado de las Amoladeras.
También fueron encontrados utensilios de sílex como cuchillos, puntas de flecha, piezas de cerámica, hachas pulimentadas, adornos y collares de conchas, así como una gran cantidad de conchas, astas de ciervo y colmillos de jabalí.
Todos estos datos permitieron fechar el poblado en el periodo Eneolítico, (2.500-2.000 a.C.) y establecer que su actividad principal estaba basada en el aprovechamiento de los recursos naturales mediante la caza, la pesca y el marisqueo.
En la actualidad el yacimiento permanece soterrado y todos los restos arquelógicos del "Poblado Eneolítico de las Amoladeras” que fuerón y han sido encontrados se hallan expuestos en el Museo Arqueológico de Cartagena.
Este atractivo poblado de Amoladeras es uno de los lugares más aclamados por parte de los turistas, que se muestran interesados en conocer y ver de primera mano, de ver las zonas verdes y la gran vegetación que habita en el lugar.
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