SENDERO DEL CERRO DE CABEZO DE SAN GINÉS EN LA CARRETERA DE LA MANGA.

El  Cerro o Cabezo de San Ginés, también conocido como el Monte Minar ,es una elevación de roca caliza

y una de las últimas derivaciones  de la sierra minera de Cartagena-La Unión. 

Para acceder por carretera, hay que tomar la vía rápida que une Cartagena con La Manga del Mar Menor y Cabo de Palos, MU-312. 

Llegamos a él por la vía de acceso que se encuentra entre las salidas de El Algar y Los Belones. 

También se llega por otro camino. Se coge el  desvió que va  a San Ginés de la Jara , y luego  en lugar de coger ese desvio hacia San Ginés de la  Jara . Hay que seguir una carretera secundaria que va hacia la Manga 

Frete al Monasterio  se verá un camino largo de tierra, pues ese camino te conduce directamante   a la ladera Oeste de San Ginés. 

Encontrareís una vivienda a lo lejos, "la casa de La Victoria",con su explotación agrícola y granja de avestruces cercadas por un muro, pues en  frente está el  Cerro de San Ginés.

Mucha gente realiza el sendero por ese camino  y  por otros caminos  caminando: como desde el Estrecho de San Ginés, Monasterio de San Ginés de la Jara e inlcuso desde  el  LLano de Beal.

La historia del Cerro de San Ginés  según cuenta la leyenda  fue elegido por los anacoretas para vivir su ascetismo ya en época visigoda, antes del siglo siglo VIII. ¿Qué fue lo que les atrajo? ¿Acaso ha sido el cerro un lugar de culto desde la prehistoria, elegido por hombres tan antiguos como los de Orce y más que los que habitaron Atapuerca según los restos hallados en cueva Victoria? 

La figura de San Ginés de poco se sabe del que fue nombrado patrón de Cartagena en 1677,  y mucho menos del lugar en el que vivió y de quienes fueron sus vecinos durante y después de su existencia.

En el Cerro de San Ginés  han existido un importante eremitorio y prueba de ello son los restos que todavía rompen la silueta del monte y llaman la atención.

Son las ruinas de seis de las nueve ermitas edificadas entre los siglos XV y XVIII, templos adscritos al Monasterio de San Ginés de la Jara. La ermita más popular llamada de los Ángeles fue erigida cerca del lugar de penitencia del ermitaño San Ginés la Jara y dedicada a este mismo santo. Las otras estaban consagradas a Pablo de Tebas, San Hilarión, Antonio Abad, Magdalena penitente , Jerónimo de Estridón, al "Niño Bautista" (San Juan Bautista), San Onofre y San Francisco de Asís. Tres de ellas son Bien de Interés Cultural.

 Todas las ermitas estaban embellecidas con maravillosos cuadros, jeroglíficos, canciones y sonetos en varias lenguas. Lamentablemente, apenas nada de ellos queda .

En su momento la zona debió tener una gran actividad industrial, lo que unido a las grandes peregrinaciones religiosas que movía el Monasterio de San Gines de la Jara, hacían de esta localidad un lugar muy próspero. Lamentablemente hoy el monasterio y las instalaciones mineras se encuentran en un estado de conservación muy deficiente, si bien es cierto que los doce pozos  mineros que hay en el cerro están debidamente protegidos.

El mineral mas abundante que encuentro durante la subida por la cara izquierda es la Calcita, aunque tambien hay muestras de goethita de gran calidad. En la cumbre existen varias bocaminas (o catas fallidas) parcialmente obstruidas por la vegetación. En una de estas, aparece una veta de Barita, de tipo arborescente, con piezas cubiertas de oxido con un color anaranjado. Su vegetación destaca por las formaciones de cornical, retamar y tomillar.

Comentar que para subir a la cima del monte es muy complicado  y arriesgado. Hay tener mucha precaución y agarrarse a las vallas verdes  que hay alrededor. Pero no  hay muchas indicaciones por dónde  y como subir   hacia arriba. En mi caso  lo intenté  por falta de indicaciones y seguridad  no pudo ser.

Os recomiendo que vayáis en grupo o con un guía en el caso que queraís y ver las vistas desde arriba.

En este cerro se halla como lo más conocido, la Cueva Victoria. Actualmente está cerrada al público debido a que están en obras.

Es un conjunto de cuevas naturales de las que se extrajo principalmente mineral de manganeso desde el s XIX hasta los años 50 del siglo  XX. Durante la actividad minera se descubrió un importante yacimiento de fósiles cuaternarios de una antigüedad de 1.200.000 años aproximadamente, entre los que se encuentran más de 90 especies de animales, así como restos de homínidos. Es el único yacimiento de vertebrados fósiles que existe en toda la Región de Murcia.

La Cueva Victoria es una cueva de grandes dimensiones con una historia geológica, paleontológica y minera muy singular. Está declarado como «Lugar de interés geológico español de relevancia internacional»  por el Instituto Geológico y Minero de España, con la denominación «VP011:Cueva Victoria», dentro de la categoría «yacimientos de vertebrados del Plioceno-Pleistoceno español».

El 90%de los fósiles encontrados en este yacimiento se encuentran en el Museo Arqueológico Municipal Enrique Escudero de Castro de Cartagena, una colección que asciende a las 20.000 piezas, aunque hay otras dispersas en colecciones privadas.

Restos humanos, poseen pocos pero  significativos, son tan viejos como los de Orce y más antiguos que los de Atapuerca, quizás los primeros que pasaron el estrecho de Gibraltar y colonizaron Europa. 

No podemos olvidar la historia minera de Cueva Victoria. En su interior hay suficientes vestigios que permiten adivinar el esfuerzo y el sufrimiento los mineros que trabajaron en duras condiciones y alteraron el ambiente natural de la cavidad con obras de innegable interés. Los grandes bloque transformados por los mineros, los túneles y galerías artificiales, los pozos de aireación y las pequeñas construcciones que aún quedan en las cavidades más profundas son restos de una actividad humana que constituye un patrimonio histórico reciente que no puede olvidarse y le da un contenido humano a la cueva que la ennoblece.

Cueva Victoria está formada por seis grandes salas y numerosas galerías situadas a diferentes niveles, con un recorrido comprendido entre dos y tres kilómetros.

En el lado Oeste está la Sala de La Música, que aún conserva vestigios de pequeños espeleotemas. El acceso a esta sala es bastante fácil. También en este lado hay dos pequeños túneles artificiales realizados por los mineros. La mayoría de los restos fósiles, incluidos la totalidad de los homínidos y fauna africana, se ha encontrado en esta sala. 

La Sala Cueva Victoria II es más reducida, pues tiene 70 metros de longitud por 15 de anchura y 15-20 de altura. Apenas entra luz, sólo la procedente de la entrada y su aspecto general recuerda más al de las cuevas clásicas debido a que la actividad minera fue menos intensa. El techo y las paredes no ofrecen peligro y se puede visitar con facilidad. En esta sala Joan Pons Moyá encontró uno de los fósiles más completos: un cráneo deCanis etruscus.